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miércoles, 28 de septiembre de 2016

martes, 27 de septiembre de 2016

sábado, 24 de septiembre de 2016



Más referencias en los medios a Palabras Menhires:

Infoenpunto

Guiarte

Comiendopipas

Cincuentopia

viernes, 23 de septiembre de 2016

Palabras Menhires en La Provincia


‘Palimpsestos’. Paco Rossique

palimpsestos casa coroneles fuerteventura
Acercarse al trabajo de Paco Rossique resulta al mismo tiempo de lo más sencillo y de lo más complejo. Si se acepta que uno de los elementos fundamentales en ese trabajo es el humor, – ese humor algo refinado, aquel que no suele provocar carcajadas-, se tiene ya un punto de partida para adentrarse en otros componentes, tal vez menos evidentes.
No es imposible -pero resulta enriquecedor-, apreciar las pinturas de Rossique unidas a sus títulos. Y ello porque los títulos no tratan de explicar cada obra, al menos en el sentido más habitual del término, pero guardan una relación que de cuando en cuando parece más evidente, como para indicarnos que sí, que sigamos buscando.
¿Dónde buscar, por cierto? Si alguien tiene suficiente capacidad de penetración psicológica, puede intentar buscar la música en la mente del mismo artista. Se promete un viaje interesante, aunque cabe dudar que resulte especialmente clarificador, si es claridad lo que se busca. Porque aún estando esos títulos en evidente relación directa con cada pintura, resulta una tarea muy ardua discernir lo que hay en ellos de reflexión premeditada y de ocurrencia inmediata, intuitiva, tal vez ni siquiera racionalizada.
El conjunto se llama Palimpsestos y eso debe significar algo. Rossique ha recordado que los palimpsestos vienen de escribir sobre y entre líneas para aprovechar papiros o pergaminos, una práctica común en la Edad Media. Así, una obra de San Jerónimo podía escribirse sobre una de Cicerón, por poner un ejemplo. Esto puede ser literal en este caso, pero en esta exposición tiene un aspecto metafórico. No parece muy necesario describir las múltiples facetas de la metáfora que cabe imaginar en lo escrito sobre lo escrito. O, más etimológicamente, de lo grabado sobre lo grabado.
Lo importante no es siquiera si Rossique ha usado antiguos papeles para pintar, sino si ha pintado sobre algo inmaterial, sobre imágenes antes imaginadas, por ejemplo. No es nada imposible; en gran medida es algo que hacemos con cierta frecuencia, muchas veces de forma casi inconsciente. Reescribimos continuamente sobre nuestra memoria y también actuamos y creamos nuevos dibujos sobre otros que hicimos tiempo atrás. Nuestras neuronas son numerosas, pero no infinitas.
Éstas no son dudas que deban generar el estupor, que paralicen. Más bien indican que, sobre ese tenue pero seguro soporte del humor, podemos seguir lo que vemos, esas pinturas, con libertad para imaginar sobre ellas, aportando nuestras medidas y pesos corporales, nuestro conocimiento, nuestras experiencias. Podemos llegar a cualquier lugar que para Rossique es tan insondable como los mundos cotidianos que ha vivido el artista en su estudio.
No se ha mencionado la música. Curiosamente, para muchos que los escucharon a través de la radio, Palimpsestos, la música, fue antes que Palimpsestos, los cuadros. Es un poco como quien ha mirado el catálogo y no ha escuchado la música. Sin embargo, la música es importante, aunque solo fuera porque marca un tiempo, algo que los cuadros no hacen, pero sí el recorrido ante ellos. Ambos elementos, el visual y el sonoro, funcionan de manera independiente, como independiente es cada cuadro en el conjunto. Pero algo impulsa a sentir que la reunión de todo ello en una exposición es la que convierte a ésta en algo más que una sucesión de imágenes y de sonidos.

Approaching the work of Paco Rossique is at the same time both very simple and complex. If it is accepted that one of the key elements in this work is humour – a kind of refined humour, which does not usually make you guffaw with laughter-, we already have a starting point to venture into other, perhaps less obvious components.
It is not impossible -but it is enriching-, to appreciate the paintings of Rossique as attached to their titles. This is because the titles do not seek to explain each work, at least in the usual sense, but are related to each other and at times this relationship becomes clearer, seemingly to encourage us to keep searching for it.
But where should we look? If you have good psychological insight, you can try to find music in the mind of the artist. It will be an interesting trip, though it is doubtful it will be particularly enlightening, if you seek to be enlightened. The point is that, although the titles are clearly related to each painting, it will be very difficult to discern the deliberate reflection and immediate, intuitive, perhaps even rationalized, occurrence in them.
The set is called ‘Palimpsestos’ and that must mean something. Rossique has reminded us that the palimpsests were manuscripts on which later writing has been superimposed to re – use papyrus or parchment, a common practice in the Middle Ages. Thus, a work of St. Jerome could be written on one of Cicero, for instance. This may be literal in this case, but this exhibition has a metaphorical aspect. It hardly seems necessary to describe the many facets of imaginable metaphor in superimposing writing on existing writing, or, etymologically speaking, of recording on an existing record.
The important thing is not even if Rossique has painted on old paper, but if he has painted on something insignificant, on images previously imagined, for example. It is not impossible; in fact, it is something we do quite often, often almost unconsciously. We continually rewrite over our memory and perform and create new drawings on others from the past. Our neurons are numerous, but not infinite.
These are not questions that should generate amazement or stop you dead in your tracks. Rather they indicate with a light, but evident, sense of humour that we can follow what we see, these paintings, free to think about them, providing our measurements and body weight, our knowledge, our experiences. We can reach any place that is as unfathomable as the everyday worlds that the artist has experienced in his studio.
The music has not yet been mentioned. Interestingly, for many who have heard it on the radio, Palimpsestos the music was before Palimpsestos the pictures. It’s a bit like someone who has looked at the catalogue but not heard the music. However, the music is important, if only because it marks the tempo, something that the paintings do not do, focusing on the path before them. Both elements, vision and sound, work independently, as each frame is independent in the set. But we are impelled to feel that the collection of all of these in the exhibition is what makes it more than a succession of images and sounds.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Imágenes de la inauguración de Palabras Menhires, Círculo de BBAA, Madrid 20 Set 2016


















Palabras Menhires en Hoyesarte

Paco Rossique. Doble máscara.
El artista grancanario Paco Rossique (Tetuán,1955) trae al Círculo de Bellas Artes (Madrid) su última propuesta expositiva, 'Palabras Menhires', que se puede visitar hasta el próximo 11 de noviembre en la Sala Minerva. La muestra reúne 173 piezas en las que se plantea un diálogo entre la obra pictórica, la palabra y el arte sonoro.
El visitante se encuentra frente a una explicación muy personal de lo pictórico, cuyo rasgo más esencial sería el de crear, investigando, nuevas genealogías de la vanguardia que compliquen y revisiten su pasado, y a la vez den apoyo a lo que está por venir, que únicamente podrá ser productivo desde la consideración de un futuro artístico sumido en la complejidad del presente y en la reconsideración de lo que vemos y escuchamos.
Los collages, la poesía visual y los sonidos de Palabras Menhires aspiran a introducirse en el bagaje personal del espectador, para que estos se interroguen a sí mismos y tratar de vislumbrar la verdad desde el engaño, desde el juego sutil del sonido, las palabras y las imágenes.
Para ello, Rossique reúne una serie de obras en las que se ve una continuación del proceso del trabajo pictórico y sonoro que ha mostrado en las exposiciones Palimpsestos (2012-2016) y Dimes y diretes, Rostros (2015), en las que se ha apoyado en la presencia del dibujo y sus límites compositivos, en el apropiacionismo de ciertas imágenes antiguas, el collage, la poesía visual y la experimentación sonora y gráfica como base.

Naturalezas imaginarias

La muestra se dividide en tres partes: dos dedicadas a las artes plásticas y una al arte sonoro. La primera, Palabras Menhires, 4 Novelas Ilustradas consta de 88 piezas, divididas en cuatro secciones (Del sonido consciente, De la Tenacidad casualRetrato de lo indecible y De la extinción de los juguetes). Las obras que componen estas cuatro series reúnen elementos que Rossique toma prestados de naturalezas imaginarias distintas. Cada uno de esos elementos sería el fragmento de una totalidad enigmática que reúne los conceptos de coreografía, automatismo, intervención gestual y sentido del humor.
El artista trata de evitar conscientemente los límites que podrían mantener aún las diferentes disciplinas de las Bellas Artes. Los propios detalles de las obras actúan a menudo de distintas maneras, a veces contradictorias, sin que se puedan imponer jerarquías de ningún tipo. En esa reunión de mecanismos diversos, el artista busca la conjunción de la obra pintada con pequeños textos que actúan como narraciones y trazos sonoros que actúan como amalgama.
Este lenguaje de dibujos y de citas es como un poemario, como una coreografía enigmática, como una pieza musical cuyo sentido pudiera ser intrincado, pero que es, en definitiva, una invitación consciente a una participación activa del observador y su memoria.

Reflexión práctica

La segunda parte, Concreta, suma 78 piezas de poesía visual en las que la imagen, el elemento plástico, predomina sobre el resto de los componentes pero, a manera de acertijo, se mueve en la frontera entre el género artístico y el pequeño poema-jeroglífico, jugando con el pensamiento abstracto del observador, de los refranes y dichos populares que se aproximan a la zona remota de la asociación trascendental.
Finalmente, la exposición reúne una serie de composiciones de arte sonoro, Estancias, donde se propone una reflexión práctica sobre cómo aunar la música y el llamado “hecho expositivo tradicional”. Un total de siete piezas sonoras, de una duración aproximada de 50 minutos, interactúan con las visuales intentando incidir en ese hecho creativo que supone por parte del observador el leer atentamente una exposición, no en vano la percepción requiere participación.
Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo que incluye textos de Luis Francisco Pérez, Federico Castro Morales, Jonathan Allen y José Manuel Costa.
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martes, 20 de septiembre de 2016

Palabras Menhires en Culturiplan

Exposición “Paco Rossique. Palabras Menhires”

CUANDO:
20/09/2016 – 06/11/2016 todo el día
DONDE:
Círculo de Bellas Artes, Madrid
Alcalá
42 28014 Madrid (Madrid)
PRECIO:
4€, (3€, reducida)
CONTACTO:
 Círculo de Bellas Artes Madrid
 913 605 400
exposicion-palabras-menhires
Fuente: circulobellasartes.com
El CBA presenta una muestra de 173 piezas del artista Paco Rossique. La propuesta plantea un diálogo entre la obra pictórica, la palabra y el arte sonoro.
El artista grancanario Paco Rossique presenta una nueva serie de trabajos que se mueven entre la representación, el juego, la interpretación y el sonido. Nos encontramos frente a una explicación muy personal de lo pictórico, cuyo rasgo más esencial sería el de crear, investigando, nuevas genealogías de la vanguardia que compliquen y revisiten su pasado, y a la vez den apoyo a un horizonte por venir que únicamente podrá ser productivo desde la consideración de un futuro artístico abismado en la complejidad del presente y en la exhaustiva reconsideración de lo que vemos y escuchamos.
Los collages apropiacionistas, la poesía visual y los sonidos de Palabras Menhires aspiran a ser cómplices de nuestro bagaje personal, a interrogarnos a nosotros mismos y tratar de vislumbrar la verdad desde el engaño, desde el juego sutil del sonido, las palabras y las imágenes; nos emplazan a considerar la representación que se desprende de ese pentagrama icónico en cierto modo silente.
La exposición, compuesta por un total de 173 piezas se inagurará el próximo 20 de septiembre y permanecerá en la Sala Minerva hasta el 6 de noviembre.
El Círculo de Bellas Artes ha editado un catálogo de la muestra que incluye textos de Luis Francisco Pérez (Constellation Miroir – Pli Selon Pli), Federico Castro Morales (Paseo interior por la mirada sonora de Paco Rossique ), Jonathan Allen (Palabras menhires o el dédalo sonoro de la imagen) y José Manuel Costa (Lo visual, lo textual, lo sonoro).
PALABRAS MENHIRES
Las obras de la exposición conforman la continuación del proceso del trabajo pictórico y sonoro mostrado por este artista en las exposiciones Palimpsestos (2012-2016) y Dimes y diretes, Rostros (2015) que tienen la particularidad de que, a diferencia de otras series, el artista se ha apoyado en la presencia del dibujo y sus límites compositivos, en el apropiacionismo de ciertas imágenes antiguas, el collage, la poesía visual y la experimentación sonora y gráfica
como base.
La muestra se encuentra dividida en tres partes fundamentales: dos dedicadas a las artes plásticas y una al arte sonoro. La primera, ‘Palabras Menhires, 4 Novelas Ilustradas’ consta de 88 piezas, divididas en cuatro secciones (Del sonido consciente, De la Tenacidad casual, Retrato de lo indecible y De la extinción de los juguetes). Las obras que componen estas cuatro series reúnen elementos que Rossique toma prestados de naturalezas imaginarias distintas.
Cada uno de esos elementos sería el fragmento de una totalidad enigmática que reúne los conceptos de coreografía, automatismo, intervención gestual y sentido del humor.
Rossique trata de evitar conscientemente los límites que podrían aún mantener, en la época en la que estamos, las diferentes disciplinas de las Bellas Artes. Los propios detalles de las obras actúan a menudo de distintas maneras,
a veces contradictorias, sin que se puedan imponer jerarquías de ningún tipo.
En esa reunión de mecanismos diversos, Rossique busca la conjunción de la obra pintada con pequeños textos que actúan como narraciones y trazos sonoros que actúan como amalgama. Este lenguaje de dibujos y de citas es como un poemario, como una coreografía enigmática, como una pieza musical cuyo sentido pudiera ser intrincado, pero que es, en definitiva, una invitación consciente a una participación activa del observador y su memoria. La segunda parte, ‘Concreta’, suma 78 piezas de poesía visual en las que la imagen, el elemento plástico, predomina sobre el resto de los componentes pero, a manera de acertijo, se mueve en la frontera entre el género artístico y el pequeño poema-jeroglífico jugando con el pensamiento abstracto del observador, de los refranes y dichos populares que se aproximan a la zona remota de la asociación trascendental.
La tercera parte, que consiste en una serie de composiciones de arte sonoro, ‘Estancias’, propone una reflexión práctica sobre cómo aunar la música y el llamado “hecho expositivo tradicional”. Un total de 7 piezas sonoras, de una
duración aproximada de 50 minutos, interactúan con las piezas visuales intentando incidir en ese hecho creativo que supone por parte del observador el leer atentamente una exposición, no en vano la percepción requiere participación.
PACO ROSSIQUE
Con una trayectoria de más de treinta años como artista, el trabajo creativo de Paco Rossique comprende obra pictórica, murales, piezas de arte sonoro, esculturas, obra gráfica, artículos para revistas, libros de artista, ilustrador de prensa diaria y comisariado de exposiciones.
Su obra pictórica se ha expuesto en Francia, Ecuador, España (Madrid, Jaén, Valencia, Baeza, Irún, Málaga, Tenerife, La Palma, Lanzarote y Gran Canaria). Ha realizado más de una docena de murales exteriores e interiores en Gran Canaria, La Palma, Jaén y Granada, destacando los murales realizados para el Teatro Cuyás en Las Palmas de Gran Canaria y los realizados en Jaén y Granada en estrecha colaboración con el arquitecto Francisco Jesús Pérez Chica. Entre sus esculturas más destacadas citamos las que se encuentran en el parque Arrecife, en Lanzarote y, en Las Palmas de Gran Canaria, en la sede de la F.E.D.A.C. y en el área administrativa del Teatro Cuyás.
Asimismo, también ha compuesto piezas de arte sonoro, como las realizadas para la exhibición “90%Agua”, con Mónica Aranegui y José J. Torres en la Biblioteca de la Universidad Carlos III, 2011 Madrid; la realizada para la “Una tierra para el futuro: desarrollo sostenible”, en el Museo Elder de la Ciencia y Tecnología Las Palmas de Gran Canaria y la compuesta para la banda sonora de “Territorio y Paisaje insular”.

viernes, 16 de septiembre de 2016

martes, 6 de septiembre de 2016